Sin los cuidados adecuados, las tortugas de agua como mascota, especialmente las pequeñas, pueden morir rápidamente. En este artículo, te damos algunas claves para evitar que esto pase.
Las tortugas acuáticas y semiacuáticas son populares como mascotas. La más conocida es probablemente la tortuga de la Florida, aunque hay otras especies que le emulan en popularidad desde hace mucho tiempo.
Los bebés de tortugas de orejas rojas eran fácilmente asequibles por ser baratos hace muchos años, pero, desgraciadamente, esto se tradujo en una gran cantidad de tortugas desatendidas.
A menudo fueron enviadas a casas con pequeños recipientes de plástico como recintos, con un pequeño e innecesario árbol de plástico que por desgracia todavía se venden con las tortugas en algunos lugares.
Sin un sistema de filtración y espacio para crecer, estos pequeños bebés no tienen mucha oportunidad. En la década de 1970, el gobierno de Estados Unidos prohibió la venta de tortugas de menos de 10,16 centímetros (cuatro pulgadas) de largo debido a la conexión entre las tortugas mal atendidas y las infecciones por Salmonela, especialmente en los niños.
No es que las tortugas bebés tengan más Salmonela que las adultas; se trata de que los niños son los más propensos a manipular a las tortugas pequeñas, e incluso llevarlas a su boca.
Lamentablemente, muchas tortugas están siendo vendidas a personas que tienen poca idea de cómo darles la atención que tanto requieren, incluyendo grandes tanques, iluminación especial, una buena filtración y mucha limpieza. Lo que es peor, a veces son entregadas como premios en las ferias y en otros eventos.
Las tortugas acuáticas criadas como mascotas mueren con bastante frecuencia debido al estrés y el abandono. En ocasiones sufren tanto estrés, hacinamiento y abandono durante el transporte y en las tiendas (y ferias), que incluso si un nuevo propietario le proporciona la atención ideal, el daño hecho hasta ese momento le causa la muerte de todos modos.
Por todo ello, resulta importante aprender sobre el cuidado ideal de las tortugas de agua.
Las tortugas no son mascotas ideales para los niños. No son fáciles de cuidar, no se prestan para la manipulación y además a menudo albergan bacterias de la especie Salmonela, que se pueden pasar a los niños, ya que estos aún no comprenden la necesidad de una higiene cuidadosa.
Muchos niños no tienen el interés o la capacidad de proporcionar la cantidad de cuidado y limpieza que requiere una tortuga, por lo que los padres deben darse cuenta de que la responsabilidad de la atención en última instancia recae en ellos, si es que los niños pierden el interés.
Muchas personas también no se dan cuenta de lo grande que las tortugas acuáticas pueden llegar a ser. Las de orejas rojas y un par de las otras especies de tortugas domésticas comúnmente disponibles crecen a por lo menos 25 o 31 centímetros, por lo que requieren en consecuencia grandes recintos.
Por otra parte, todas las tortugas tienen la posibilidad de disfrutar de una vida muy larga, de varias décadas, en comparación con otros animales. Para ello resulta necesario brindarle los cuidados apropiados.
Las tortugas acuáticas requieren una vivienda bastante elaborada. Ellas necesitan la exposición regular a la luz ultravioleta (UV), por lo que las bombillas caras diseñadas para reptiles, que producen luz UVA y UVB, son necesarias para los tanques de tortugas. Sin esta perspectiva, la enfermedad ósea metabólica (síndrome de concha blanda) puede aparecer.
Las tortugas son sucias, y una buena unidad de filtración será también necesaria para ayudar a mantener la calidad del agua, lo cual debe ir acompañado de limpiezas regulares.
Estas mascotas deben tener agua en un espacio o recipiente lo suficientemente profundo, como para permitirles nadar, así como un lugar para salir del agua a tomar el sol. Este último espacio puede estar climatizado desde arriba con una luz peregrina. Por último, la cantidad de agua y la temperatura ambiente del lugar deben ser mantenidas en niveles adecuados.
Aunque las tortugas pueden ser alimentadas de una amplia variedad de alimentos, los comerciales dedicados a ellas especialmente no se recomiendan como única fuente de alimento.
La mayoría de las tortugas acuáticas son omnívoras y sus preferencias por diferentes alimentos pueden cambiar en determinados puntos de su ciclo de vida. La mejor forma de alimentarlas por tanto es ofreciéndoles una buena variedad.
Como regla general, los alimentos se les colocan en una tina de plástico por separado del resto del estanque, lo que permitirá que el desorden asociado con la alimentación (las tortugas son comedores sucios) no se produzca en el estanque o recinto, reduciendo así la necesidad de limpieza. Con este método además se controla mejor la ingesta de alimentos de cada tortuga mascota.
Una vez explicado todo esto, es valido recalcar que un criador responsable y correcto ganará una tortuga mascota comprometida con su propietario, que resultará por demás hermosa, fascinante y divertida.
El primer paso para ello es investigar las especies disponibles y el cuidado requerido por cada una. Mientras que los fundamentos del cuidado de la tortuga acuática son similares para todas las especies, los potenciales propietarios deben consultar las hojas de atención específicas para obtener más información sobre la vivienda, el medio ambiente y la alimentación de las especies en las que están interesados.
Para los principiantes, se recomiendan las tortugas más resistentes, como las de orejas rojas, las de barro y las tortugas almizcle. Las tortugas pintadas, así como algunas de las especies menos comunes, son un poco menos resistentes.
Más allá de proporcionar un ambiente y dieta adecuada para tortugas acuáticas, que no necesitan mucha atención, la comunicación normal del propietario con ellas puede dar lugar a criaturas dóciles y sociables. En cualquier caso, ellas son encantadoras, y un cuidado correcto les proporcionará años de disfrute.