Tortuga leprosa

Tortuga leprosa

En el presente artículo el lector conocerá sobre la tortuga leprosa, fascinante especie autóctona de la península Ibérica, y podrá aprender cómo criarla en cautiverio.

La tortuga leprosa es una tortuga acuática autóctona de la península Ibérica. La especie se considera como mediana, con ejemplares que alcanzan un tamaño máximo de 18 centímetros.

En este artículo, te proponemos conocer más sobre esta especie; su hábitat, alimentación y comportamiento. Ello, además de para elevar tu conocimiento sobre el mundo animal, específicamente de las tortugas, te puede ser útil si piensas adoptar a una leprosa como tortuga mascota.

Hábitat natural y estilo de vida

La tortuga leprosa se presenta en una amplia variedad de hábitats. Es así que podemos encontrarla en arroyos montañeses de corriente rápida, en estanques, zanjas de drenaje, lagos, acequias y lagunas costeras salobres.

Los territorios en que suele estar presente pertenecen a países como España, Grecia, Turquía, Portugal y, más alejado, Marruecos y Túnez.

Estilo de vida de la tortuga leprosa

Esta especie es altamente tolerante a una amplia gama de condiciones de agua, como grado de acidez, alcalinidad y salinidad. También puede sobrevivir en aguas fuertemente contaminadas. Poblaciones en apariencia sanas de tortugas leprosas habitan en las alcantarillas abiertas.

Estas tortugas, al igual que muchas otras, responden con la estivación para escapar del calor abrasador del verano. En las zonas más septentrionales, hibernan durante el invierno, pero en el sur de Marruecos permanecen activos durante toda esa estación.

La tortuga leprosa también gusta y necesita de tomar el sol en grandes rocas. Esta actividad la suelen ejecutar pasadas las 10 de la mañana. A la menor señal de perturbación, se dispersan y retiran de nuevo al agua, para no volver a salir hasta que se sientan seguras.

Se considera que estas tortugas no son especialmente agresivas, pero sí pueden realizar descargas muy malolientes para ahuyentar cualquier amenaza potencial o hacer recapacitar a los potenciales depredadores, que quizás crean que si algo huele tan mal, pues debe saber igual de mal.

Conservación y amenazas de la tortuga leprosa

Conservación y amenazas

Las tortugas de agua dulce del Mediterráneo se enfrentan a una serie de amenazas.

Además de los peligros obvioss tales como el drenaje de los humedales y el revestimiento de zanjas de drenaje con losas de concreto, las prácticas agrícolas como la extracción excesiva de aguas subterráneas y el sobreempleo de pesticidas y fertilizantes, constituyen serios factores de riesgo para la conservación de la especie.

La introducción de las tortugas americanas de orejas rojas (Trachemys scripta elegans), importadas a la región mediterránea en gran número como mascotas, es una amenaza cada vez mayor en el largo plazo, ya que ambas especies compiten directamente por  alimento, junto con otras especies autóctonas.

En Marruecos la tortuga leprosa es capturada y asesinada con el fin de fabricar espeluznantes suvenires para los turistas extranjeros.

Los huevos de esta especie también son utilizados en la tradición medicinal árabe como tratamiento para una gama de condiciones y malestares estomacales, lo que entorpece la normal reproducción y remplazamiento poblacional de la especie.

Afortunadamente, la conciencia sobre estos problemas está creciendo y varios hábitats importantes han sido designados como áreas protegidas.

Cuidados en cautiverio de la tortuga leprosa

Cuidados en cautiverio

Las tortugas leprosas criadas en cautividad apreciarán disponer en su recinto de una ladera soleada o rampa para tomar el sol bajo una lámpara de punto. Mientras que estas tortugas se pueden mantener con éxito en acuarios grandes, un estanque al aire libre es lo más recomendado, al menos para la etapa veraniega y si el clima local lo permitiese.

Si en los acuarios o peceras se utiliza una combinación de grava como sustrato, lo más aconsejable es disponer de un sistema de filtración de espuma. El elemento bajo la grava proporcionará la filtración biológica necesaria, rompiendo amoníaco y nitritos, mientras que la unidad de cartucho ayudará a la eliminación de partículas.

Por otra parte, para los grandes tanques y estanques al aire libre, en general se prefiere un filtro de cámara de tipo koi, que contiene espuma en capas y es alimentado por una bomba sumergible. La salida de la cámara de filtro es alimentada por gravedad nuevamente en el tanque o piscina.

Un esterilizador ultravioleta (UV) también se puede añadir en este recinto, lo que asegurará que el crecimiento de algas (agua verde) sea severamente inhibido. La lámpara UV también ayudará a reducir las bacterias, virus y protozoos nacidos en el agua.

Esta combinación de filtro de tipo koi y esterilizador UV ha demostrado ser extremadamente eficaz y ahora constituye prácticamente el sistema de filtración estándar para los tanques y estanques de 250 galones o más.

La bomba a seleccionar debe proporcionar un ciclo completo del agua cada 90 minutos, aunque las de mayores rendimientos también se pueden utilizar.

Dieta de la tortuga leprosa

Dieta

La dieta natural de las tortugas leprosas está muy dirigida hacia las algas filamentosas, larvas de insectos, lombrices, moluscos, pequeños anfibios y renacuajos, y varias plantas acuáticas.

De igual forma, la especie es conocida por practicar un consumo parcial de carroña.

En cautiverio, la leprosa no suele presentar muchos problemas por la alimentación, ya que casi siempre se alimenta en el agua y disfruta de una dieta ecléctica compuesta por trucha, comida de gato rehidratada y comida de perro tratada, vegetación de hojas verdes frescas, caracoles, gusanos y una pequeña cantidad de otros alimentos cárnicos, siempre bajos en grasa.

Se debe proporcionar una comida fuerte en vitaminas y calcio al menos una vez por semana.

La alimentación de tres días de los siete suele ser más apropiada para las tortugas leprosas. Si se emplea un método de alimentación de mayor frecuencia, entonces el crecimiento puede ser excesivo y los problemas de higiene en el agua, por los desechos biológicos, se verán amplificados.

Reproducción de la tortuga leprosa

Reproducción

El apareamiento de las tortugas leprosas ocurre generalmente bajo el agua, pero en ocasiones puede tener lugar en la tierra. Las hembras pueden recibir mordeduras graves en la cara y el cuello por parte de los macos, por lo que deben ser puestas bajo observación cuidadosa.

Los machos pueden a veces ser agresivos entre ellos para ganar la preferencia sexual de la hembra, aunque varios criadores han podido mantener dos o más machos juntos durante años sin problemas evidentes.

La tortuga leprosa puede anidar entre cinco y 10 huevos, que miden 36 milímetros de diámetro por 22 de alto. El período de incubación promedio a las temperaturas adecuadas, siempre por encima de 32 grados Celsius, es entre 65 y 75 días.

Los jóvenes de la especie son inicialmente carnívoros y generalmente se alimentan primero de larvas de insectos.

En resumen, las tortugas leprosas son para muchos criaturas más interesantes y atractivas que otras especies de tortugas. Se les atribuye un nivel de inteligencia y sensibilidad mayor al de otras especies, aunque todavía hay mucho por descubrir acerca de su biología reproductiva y taxonomía.

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