El presente artículo trata sobre una curiosa tortuga que parece un animal prehistórico. Se trata de la tortuga caimán, la más grande entre las tortugas de agua dulce, y especie que se caracteriza por tener en el caparazón tres grandes crestas pronunciadas o quillas, y por su aspecto primitivo, que rememora la apariencia de los antiguos dinosaurios.
Estos rasgos hacen a la especie muy popular entre los conocedores o interesados por el mundo de las tortugas, a pesar de que de forma natural es prácticamente exclusiva del sureste de los Estados Unidos.
No es común que la tortuga caimán sea adoptada como mascota. Sin embargo, existen unos cuantos atrevidos que la han acogido y desarrollado sus propias crías.
Si con solo leer estos elementos te sientes tentado a conocer más sobre la tortuga caimán, entonces no debes desaprovechar la oportunidad de leer el artículo íntegramente, ya que en él se dan muchos más datos interesantes de esta exótica especie.
Las tortugas caimán son las más grandes tortugas de agua dulce. Pesan entre 70 y 80 kilogramos y se caracterizan por tener tres grandes crestas pronunciadas, o quillas, que van desde la parte delantera a la parte posterior del caparazón. De igual forma, esta especie tiene poderosas mandíbulas y una cabeza grande, caracterizada por la ubicación de los ojos, a los lados de la misma.
Esta tortuga tiene un aspecto tan primitivo que ha sido llamada el dinosaurio del mundo de las tortugas.
Pasan la mayor parte de su tiempo en el agua y, en general, sólo las hembras anidadoras se aventuran en tierra. Sin embargo, los machos han llegado a territorios externos al agua para tomar el sol.
Estas tortugas son muy solitarias y sus poblaciones tienen muy poca estructura social. De hecho, las crías reciben muy poco cuidado de sus padres.
Los ejemplares permanecen sumergidos durante 40 o 50 minutos y sólo salen a la superficie para tomar aire. Son tan inmóviles bajo el agua, que las algas pueden cubrir sus espaldas y hacer que las tortugas sean casi invisible para los peces.
Las tortugas caimán son nativas de la región sureste de los Estados Unidos y se limitan a los sistemas fluviales que desembocan en el Golfo de México.
Por lo general, viven en las aguas profundas de los grandes ríos, canales, lagos y pantanos. Las crías y ejemplares jóvenes suelen vivir en pequeños arroyos.
La tortuga caimán es un animal carroñero, pero también un cazador activo que forrajea activamente por comida, sobre todo durante las noches. De día, por lo general se mantiene tranquilamente en la parte inferior de su hábitat acuático y abre su mandíbula para revelar un pequeño señuelo de gusano rosado en la parte posterior de su boca gris.
El señuelo atrae a los peces, y cuando estos entran en las mandíbulas, pueden ser tragados enteros, cortados en dos por las mandíbulas afiladas, o empalados en las también afiladas puntas de las mandíbulas superior e inferior.
Esta especie de tortuga come cualquier tipo de pescado y también come ranas, serpientes, caracoles, gusanos, almejas, cangrejos, plantas acuáticas y otras tortugas.
Las tortugas caimán se alimentan durante todo el año y en invierno aprovechan los días menos fríos para salir a buscar comida.
La tortuga caimán en cautiverio es alimentada de ratones, gusanos, peces y dieta preparada.
Durante la reproducción, la tortuga caimán macho monta la parte posterior de la hembra. Él agarra su caparazón con sus cuatro patas y la insemina.
Es poco probable que las hembras se reproduzcan más de una vez al año. De hecho, algunas hembras ponen huevos en años alternos.
Los ejemplares de la especie se aparean a comienzos de la primavera en la Florida y a finales de la propia estación en el valle del Mississippi. Las hembras anidan unos dos meses más tarde en un nido distante de la orilla del mar por cerca de 50 metros.
Todos los nidos se cavan en la arena y el éxito de las camadas es muy variable. Una puede contener entre ocho y 52 huevos, tras una incubación que tarda entre 3,5 y 4,5 meses. Las crías, por lo tanto, surgen en el otoño.
El sexo de la cría, al igual que en otras muchas especies, está determinado por la temperatura de incubación de los huevos. Una vez nacidas, alcanzan la madurez sexual entre los 11 y los 13 años de edad.
Las tortugas caimán pueden vivir entre 20 y 70 años en cautiverio.
No hay ninguna condición especial para la tortuga caimán. La principal amenaza para su supervivencia son las matanzas de las que es víctima, a manos de personas que la persiguen por su carne.
Esta especie juega un papel importante en los ecosistemas de agua dulce. Los adultos no constituyen una fuente de alimento para otros animales, excepto los seres humanos, pero sus huevos y crías son una fuente de alimento común para los peces grandes del área, mapaches y aves.
Los adultos de tortuga caimán, sin embargo, son depredadores importantes, a los que los humanos encuentran valiosos, por su aspecto único y carne.